Si eres como yo que recoges las heces de tu perro con una bolsa biodegradable, las tiras a la basura, y tan contento, ¡esto puede ser un error! Desgraciadamente, el mundo de fabricantes de bolsas biodegradables de caca para perros apesta un poco.

Según la Comisión Federal del Comercio, los vendedores de bolsas de caca para perros «pueden estar engañando a los consumidores al afirmar que su producto es completamente “biodegradable”».

¿Cuál es la verdad de los productos biodegradables?

Cuando un producto dice ser biodegradable, los consumidores como tú y yo pensamos que se va a descomponer en la basura. Sin embargo, debido a pautas poco reguladas y embalaje confuso, las bolsas de casa que estás usando puede que no sean tan buenas para el medioambiente como podría parecer.

Los estándares de la ASTM determinan el nivel de biodegradabilidad de diferentes plásticos, y no todas las bolsas se descomponen con seguridad o rapidez según estos estándares (la mayoría ni siquiera tienen la cualificación para verificar si lo hacen).

Incluso muchas de las bolsas que sí que cumplen con los requisitos de compostaje más estrictos de la ASTM solo son capaces de descomponerse bajo circunstancias muy específicas. Normalmente en instalaciones industriales de abono animal o en contenedores de compost exclusivamente para desechos de perro.

Entonces ¿Qué es lo que puede hacer un dueño responsable? ¿Existen de verdad bolsas de caca que son buenas para el medioambiente? Hemos recogido lo que sabemos sobre bolsas biodegradables de caca para perros y cómo usarlas en este artículo.

¿Por qué la etiqueta biodegradable puede ser engañosa?

Según la guía verde de la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos, que se encarga de proporcionar información a las empresas sobre cómo comercializar productos ecológicos de forma veraz, «un vendedor que afirma que su producto es completamente biodegradable debería tener pruebas fiables y competentes de que el artículo se descompondrá en su totalidad y volverá a la naturaleza… dentro de un plazo de tiempo razonable». Es decir, los fabricantes de bolsas de caca para perros tienen que poder demostrar que su producto se degrada tal y como promete el embalaje.

«Desgraciadamente, muchas bolsas de caca para perros que dicen ser buenas para el medioambiente o biodegradables no llegan a descomponerse en un año y algunas ni siquiera se descomponen»

Pero no tiene por qué ser culpa de la bolsa. Incluso los plásticos más biodegradables según estudios científicos pueden no descomponerse en un vertedero a causa de la compresión y falta de oxígeno que “momifica” la basura. Hay que deshacerse de las bolsas correctamente para asegurarse de que sean buenas para el medioambiente.

Debido a esta polémica sobre el etiquetado de estos productos y todas las leyes y regulaciones que no paran de cambiar de un estado a otro, algunos fabricantes han cambiado el texto de sus etiquetas.

Cómo NO recoger la caca

Sé lo que estás pensando, ¿Sólo hay una manera de usar las bolsas de caca para perros? Lo que importa no es cómo recoges la caca, sino cómo te deshaces de ella. Sacar provecho de los beneficios medioambientales de estas bolsas lleva algo de esfuerzo extra. Aquí tienes algunas indicaciones de lo que no deberías hacer:

«Hay que deshacerse de las bolsas biodegradables de caca para perros de forma adecuada para que tengan su efecto»

¿Cómo ser un súper recogedor?

Aquí tienes algunas recomendaciones para sacarle todo el provecho a las bolsas biodegradables de caca para perros:

Utiliza recipientes de compost exclusivamente para desechos de perros. Existen opciones como las bolsas de excrementos 100% compostables en el mercado, pero también puedes hacer tu propio recipiente con las herramientas que tienes en casa y algunas que puedes obtener de una tienda de jardinería. Aunque nunca deberías usar abono a base de desechos de animales para plantas comestibles, puede servir como fertilizante en jardines decorativos.

Tíralo por el desagüe. Sí, dependiendo de dónde vivas puedes tirar caca de perro, sin bolsa o en una bolsa soluble en agua, directamente por el retrete. Comprueba las indicaciones sobre aguas residuales de tu municipio, cerciórate de que tus bolsas son las correctas, y nunca eches las heces de tus mascotas a una fosa séptica.

Entiérralo. Esto es mejor si vives en una zona rural con mucho espacio fuera de casa. Los desechos deberían enterrarse al menos a unos 13 centímetros bajo tierra, lejos de cualquier huerto y de cualquier suministro de agua.

Llévalo a instalaciones industriales de abono que acepten desechos de mascotas, o contrata a una empresa de recogida de residuos que haga el trabajo sucio por ti.

Claro que también puedes pasar de las bolsas al completo. Utilizar un recogedor de mano o una pala para transferir las heces de perro del suelo al recipiente de compost, retrete, o un agujero en el suelo puede ser la mejor opción para el medioambiente. Aunque hay que ser realista.

Para quienes vivimos y trabajamos en zonas densamente pobladas, las bolsas de caca para perros son la mejor opción. Solo tenemos que usarlas correctamente.

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